Lugar de obligatoria visita es la basílica de Nuestra Señora de Candelaria, obra de Enrique Marrero Regalado, edificada con la iniciativa del obispo güimarero Domingo Pérez Cáceres, en su interior hay murales de José Aguiar y obras del pintor Martín González. Así mismo la Casa del Cabildo, en ella se alojaba éste cuando asistía a las fiestas.

Las labores textiles realizadas en telares constituyen la característica del trabajo artesanal de esta región.

Entre las celebraciones locales se destacan la Festividad de Nuestra Señora de Candelaria, el 2 de febrero y su aparición el 15 de agosto. Acuden gentes de toda la isla. En esta fecha, que algunos autores ponen en relación con la fiesta del Beñesmen aborigen, tiene lugar una representación de los hechos que se sucedieron en torno al encuentro de la imagen por los guanches. Ataviados con pieles, los participantes escenifican desde el hallazgo de la virgen por unos pastores, hasta su adoración ante los milagros observados.

El baile de cintas en Igueste de Candelaria constituye un interesante legado folklórico.